Por Diana Villanueva Romero, Profesora Contratada Doctora, Universidad de Extremadura
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El lugar en el que vivo, Cáceres, es un destino turístico muy popular entre aquellos deseosos de apartarse de las rutas conocidas. En 2005 apareció en la edición online británica del National Geographic que sobre todo prestó atención a su rica historia—su parte antigua fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986—célebre cocina, museo de arte contemporáneo así como su amor por la música.[1] Solo al final de este artículo, hay una referencia al Parque Nacional de Monfragüe, uno de los enclaves naturales más codiciados por los amantes del avistamiento de aves.
No en vano más de un 26% del territorio de la región en el que se sitúa, conocida como Extremadura, fue declarada Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) en 1979: 71 ZEPAs en total. Muchos aficionados a las observación de aves vienen a Extremadura cada año para descubrir la belleza de sus variados paisajes y disfrutar día tras día de esta actividad. Algunos deciden hacer coincidir su visita con alguno de los eventos relacionados que se organizan en diferentes partes de Extremadura cada año: de la Feria Internacional de Turismo Ornitológico de Extremadura (FIO)[2] que se celebra en el mencionado parque nacional y que va ya por su decimoquinta edición, al Festival de las Aves de Cáceres,[3] o el Festival de las Grullas de Navalvillar de Pelas (Badajoz).[4]
(Fotografía perteneciente a la colección personal de Juan José Viola)
En todos estos eventos es posible encontrar grupos de niños y adolescentes agolpándose en cada stand para conseguir ver lo que se está haciendo y poder participar. Algunos participantes ofrecen talleres donde se colorean dibujos de algunas de las aves más representativas que han hecho de Extremadura su hogar—el milano real, la grulla, la avutarda, el buitre negro y el leonado, el rabilargo, el mochuelo, y la omnipresente cigüeña blanca—mientras que otros pueden consistir en crear una historia o un disfraz con la apariencia de alguna de estas aves. Lo más hermoso de esta experiencia es que al final del día estos jóvenes aficionados volverán a su casa volando literalmente con las alas de la imaginación inspirada por las apasionantes experiencias del día y sabiendo más aún de las aves que ya han aprendido a querer.
[1] https://www.nationalgeographic.co.uk/2015/02/spanish-cities
[3] https://festivaldelasavescaceres.juntaex.es
[4] https://www.turismoextremadura.com/es/explora/Festival-de-las-Grullas-de-Extremadura/
One thought on “Extremadura: un paraíso de la observación de aves en el sudoeste de España”